Toc, toc...

Uns dies abans de Tots Sants, la Castanyada i Halloween, alguns alumnes han escrit unes històries de terror molt indicades per ambientar aquests dies. Gaudiu dels textos, si podeu...

Toc, toc...

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Nadie sabía el porqué de los suicidios en aquella habitación de hotel, nadie sabía nada. Pero a Richard Bracquemont parecía no importarle ese hecho. Estaba muy tranquilo. Había viajado a EUA por una cuestión de negocios. Él era un famoso médico y filósofo que estaba buscando una historia nueva. Quizá éste fue el motivo por el que decidió alojarse en una habitación tan siniestra.

Era jueves por la mañana. Richard Bracquemont acababa de llegar al hotel. Venía cansado ya que el día anterior había sido su cumpleaños y estaba aún con la resaca de la celebración. Se registró y se encerró en su habitación. Era una habitación muy bonita, con paredes coloridas y cuadros decorativos. Dejó las maletas dentro del armario y se tiró encima de la cama. Estaba muy cansado y, sin querer, cerró los ojos y se durmió profundamente.

Durmió hasta el mediodía. Richard, medio dormido, notó una pequeña brisa en su oreja derecha y, de repente, un golpe de hierro lo despertó. La habitación estaba desordenada. No estaban sus maletas. Los cuadros habían desaparecido. El cable del teléfono también. Cuatro cuerdas colgaban del dintel de la ventana, tres de ellas ya estaban ocupadas...

Xènia Rodríguez i Sergio Monterroso, 3r A