Delincuencia juvenil

Cuando los humanos cometemos un crimen grave, somos enviados a la cárcel durante un tiempo prolongado o indefinidamente. Sin embargo, esto solo afecta a los mayores de edad; a los menores no se los envía a la cárcel, sino que se los deja impunes. ¿Deberían reducir la edad penal?

Dicen que los menores de 18 años aún no son conscientes de lo que hacen. Entonces, como no saben lo que es matar a alguien, no los castigan. Eso es mentira. Yo, por ejemplo, con 15 años sé perfectamente lo que significa eso. Un niño de 6 años quizá no sea consciente de qué es la muerte, pero a partir de los 10 años, más o menos, ya pueden entender el concepto.

Cualquier persona que incumpla la ley debe ser castigada. Entonces, ¿no deberían también ser castigados los adolescentes? ¿No están desobedeciendo la ley?

Si les dejan mayor libertad para cometer crímenes sin ser castigados, aumenta el índice de criminalidad juvenil. Los jóvenes, al saber que no se les castiga, quizá seguirán ejerciendo la delincuencia.

La reducción de la edad penal favorece al Gobierno porque no tendrá que reforzar ni fortalecer las medidas para prevenir la incidencia de conflictos de adolescentes con la ley.

El castigo que les imponen a los jóvenes que cometen un delito es demasiado suave. Si pusieran castigos más duros, los jóvenes no cometerían tantos, y la delincuencia juvenil disminuiría.

Nigel Cantwelll, especialista en el tema, afirmó que “una política de justicia juvenil no es una política si no incluye la prevención”. Con esto quiere decir que si no prevenimos la delincuencia juvenil, no podemos hablar de justicia juvenil.

En conclusión, los menores de edad deberían ir a la cárcel por cometer un delito grave, ya que son conscientes de lo que hacen y deben ser castigados por ello. Eso disminuiría la delincuencia juvenil y haría de nuestra sociedad un lugar mejor.

Xènia Rodríguez, 4t A